Normativa, regulación y certificación
Arquitectura en Madera: Pasado, Presente y Futuro.
Por: Arq. René Navarrete
La madera ha sido un material presente en la arquitectura desde tiempos inmemoriales. Su uso no solo refleja la adaptación humana a su entorno, sino que también encierra un rico legado técnico y cultural que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Este legado se manifiesta en diversas formas, desde técnicas constructivas ancestrales hasta la incorporación de elementos estéticos y simbólicos que trascienden las generaciones.
La madera es un material que ha estado con la humanidad desde los orígenes de ésta; tanto para necesidades de supervivencia como de construcción o bien, con diversos tipos de usos como armas o herramientas. Es un material que ha estado siempre ligado a las civilizaciones, sin importar el tiempo o lugar geográfico donde estuvieran.
En el campo específico de la arquitectura, no solo es material de acabado o de estructura, sino que en más ocasiones de las que pensáramos es la arquitectura misma. Existe tal variedad de maderas posibles de utilizar, que entre su amplia gama encontramos siempre la adecuada para el fin que le destinemos, ya sea por sus propiedades físicas, mecánicas u organolépticas.
Sin embargo, hoy en día la madera no goza de la aceptación que su historia y tradición le otorgaría por solo hacer valer su presencia continua con la evolución de la humanidad. Es a partir de inicios del siglo XX cuando se desliga este lazo hombre-madera, pero ¿cuál fue la razón de esto? Realicemos, entonces, un recorrido en la historia para llegar a ese punto de inflexión, ubicar nuestro origen con la madera, pasando por aspectos tales como lo técnico, lo estético, lo cultural y lo sostenible, y así aproximarnos a conocer dónde estamos y reflexionar a dónde vamos o podemos ir con este material.
Lo histórico
La madera es quizá el primer material utilizado por el hombre con fines estructurales; iniciando desde las eras del Paleolítico y Neolítico, pasando por Mesopotamia, Grecia, Roma y posteriormente la Edad Media y Renacimiento, llegamos hasta la Revolución Industrial con la madera en conjunto con la piedra y la tierra cruda y cocida como uno de los principales actores dentro de los materiales de orden arquitectónico y de construcción, tanto como material auxiliar, como protagónico para alcanzar los más distintos y desafiantes retos de diseño y /o construcción.
La utilización de la madera en la arquitectura se remonta a las primeras civilizaciones humanas. Desde las chozas de los cazadores-recolectores hasta las complejas estructuras urbanas de hoy, la madera ha sido fundamental en el desarrollo de la arquitectura. Sus ventajas en cuanto a disponibilidad y facilidad de trabajo la convirtieron en la primera elección para la construcción de viviendas.
En Europa, la Edad Media marcó el auge de la arquitectura de madera. La construcción de casas de entramado de madera, con vigas expuestas y paredes de estuco, se convirtió en una característica dominante en muchos países. Este estilo no solo proporcionaba refugio, sino que también era un símbolo de estatus y habilidad artesanal. A medida que las técnicas de construcción evolucionaron, también lo hizo el uso de la madera, con la introducción de estructuras de soporte más complejas, lo que permitió la creación de grandes espacios abiertos y techos altos.
En Japón, en la arquitectura de templos se refleja una veneración por la naturaleza, y la madera se ha utilizado en la arquitectura tradicional durante siglos. En sus templos budistas y sintoístas, que son considerados espacios donde los dioses habitan, la utilización de madera de especies locales es esencial tanto por su durabilidad como por su belleza natural.
En Europa, las catedrales góticas hicieron un uso intensivo de la madera en la construcción de techos complejos y armazones. Las vigas de madera de estas estructuras no solo tenían un propósito funcional, sino que también se decoraban con tallas intrincadas que contaban historias bíblicas y celebraban los valores de la comunidad. La misma madera, impregnada de historia y cultura, se convirtió en un símbolo de identidad colectiva.
La irrupción de la máquina y del acero estructural en la escena constructiva, marcan un antes y un después en el uso de la madera en la construcción, aunque no todo fue pérdida, pues en este momento aparecen también nuevas herramientas y máquinas que facilitaron aún más el uso y aplicación de la madera en distintos ámbitos.
Paralelo a esto se consolida a inicios del siglo XX, lo que se denominó en arquitectura “movimiento moderno”, donde se privilegió mayormente el uso del concreto armado y el acero, relegando a la madera a un papel secundario e incluso desapareciendo en muchos de los ejemplos de dicha época, afortunadamente no en todos, aunque si perdiendo parte de su aporte estructural y arquitectónico a los edificios.
A partir de ese momento es que la madera tiende a ir desapareciendo de la escena como un material estructural importante en los edificios que se diseñan y construyen durante los siguientes años.
Lo técnico
Las técnicas de construcción con madera se han perfeccionado con el tiempo, y cada cultura ha aportado su ingenio a este campo: desde las casas de troncos de los pueblos nórdicos, hasta las avanzadas estructuras de madera de los templos japoneses, encontramos una diversidad de asombrosos métodos de ensamblaje y construcción.
Por citar un ejemplo: el uso de la cola de milano en la carpintería no solo ofrece resistencia estructural, sino que también permite un ensamblaje a la tracción sin necesidad de clavos, lo cual es un testimonio del conocimiento profundo que los artesanos han desarrollado sobre las propiedades de la madera.
En América, los pueblos indígenas tenían una profunda conexión con la naturaleza y utilizaban la madera no solo para construir viviendas, sino también para crear espacios sagrados. Las casas en troncos, como las de los pueblos nativos de la costa noroeste, son un ejemplo de la integración entre el medio ambiente y la arquitectura.
En el ámbito contemporáneo, se han redescubierto estas técnicas tradicionales, incorporando tecnología moderna para mejorar la durabilidad y la eficiencia energética, lo que refleja una clara herencia técnica que sigue vigente.
La madera presenta una serie de ventajas técnicas que la hacen extremadamente valiosa en la arquitectura. En primer lugar, es un material ligero en comparación con otros, como el concreto o el acero, lo que reduce el peso total de las estructuras y facilita el transporte y la manipulación durante la construcción. Esta ligereza permite construir edificios más altos y complejos sin necesidad de reforzar demasiado la base.
Además, la madera tiene propiedades térmicas sobresalientes: actúa como un excelente aislante, manteniendo la temperatura interior de los edificios en un rango cómodo y contribuyendo a la eficiencia energética. Sus propiedades acústicas también son notables: la madera puede absorber sonido, lo que resulta en entornos interiores silenciosos y agradables.
La versatilidad de la madera la convierte en un material ideal para diferentes estilos arquitectónicos. Desde la construcción de viviendas unifamiliares hasta grandes complejos comerciales y culturales, la madera puede adaptarse a diversas formas y usos. Además, las técnicas modernas como la construcción en madera laminada cruzada (CLT) han permitido diseñar estructuras más grandes y resistentes, ampliando aún más las posibilidades arquitectónicas.
Lo estético
La belleza natural de la madera es innegable. Sus texturas, patrones y colores ofrecen una variedad de posibilidades estéticas que pueden realzar la calidad visual de cualquier espacio. La madera puede ser utilizada tanto en la estructura como en los acabados, lo que permite crear una sensación de calidez y conexión con la naturaleza. Esto es especialmente importante en un mundo donde la urbanización está en aumento y muchas personas anhelan volver a conectar con elementos naturales.
La madera también permite una gran flexibilidad en el diseño. Los arquitectos pueden esculpir y moldear la madera de diferentes maneras, creando formas orgánicas y fluidas que a menudo son difíciles de lograr con otros materiales. Esto ha llevado a un resurgimiento del interés por la arquitectura de madera en el diseño contemporáneo, donde se valoran tanto la forma como la funcionalidad.
Lo cultural
Más allá de sus propiedades físicas y estéticas, la madera tiene un significado cultural profundo en muchas sociedades. En diversas tradiciones, la madera es vista no solo como un material de construcción, sino como material con consideraciones sagradas o simbólicas. Por ejemplo, en muchas culturas indígenas de América, la madera está asociada con el ciclo de la vida, la espiritualidad y la conexión con la tierra.
Existen ejemplos emblemáticos de cómo la madera puede utilizarse para crear espacios que no solo son funcionales sino también espirituales. Las características como el uso de madera sin tratar y la atención al detalle y ensamblaje reflejan una profunda conexión con la naturaleza.
En el contexto contemporáneo, el uso de la madera puede ser una declaración de intenciones. Al elegir la madera como material principal en un proyecto, los arquitectos a menudo están haciendo una declaración sobre la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza. Esto es especialmente relevante en un momento en que la conciencia ambiental es más importante que nunca.
Lo sostenible
En la actualidad, la sostenibilidad se ha convertido en un tema central en la arquitectura y la construcción. La madera, siendo un recurso renovable, ofrece una opción ecológica en comparación con materiales como el concreto y el acero, que requieren considerable energía para su producción. Al utilizar madera proveniente de fuentes sostenibles, como bosques gestionados responsablemente, se puede reducir la huella de carbono de la construcción.
Los edificios de madera también pueden contribuir a la salud del ambiente construido. Al ser un material que ayuda a regular la humedad y mejorar la calidad del aire interior, los edificios de madera pueden crear espacios más saludables para sus ocupantes. Además, con el incremento de tecnologías es posible crear edificios de gran altura y complejidad constructiva, demostrando que la madera no solo es adecuada para pequeñas estructuras, sino también para grandes proyectos urbanísticos.
Aceptando que la madera ha sido quizá el material de construcción más utilizado a lo largo de la historia de la humanidad, su papel en la arquitectura ha evolucionado significativamente y sigue siendo objeto de investigación, innovación y redescubrimiento. Con un enfoque creciente en la sostenibilidad, la eficiencia energética y la estética, el futuro inmediato (cercano, mediano y largo plazo) de la madera en la arquitectura se presenta como un campo fértil para el desarrollo.
Por lo tanto, es dable reflexionar sobre cómo la madera puede desempeñar un papel crucial en la arquitectura futura, considerando las tendencias, innovaciones tecnológicas y los desafíos que aún enfrenta.
¿Hacia dónde vamos?
En un futuro cercano, la preocupación por el cambio climático y la reducción de la huella de carbono son los factores más importantes que impulsan el uso de la madera en la arquitectura. La madera, al ser un recurso renovable, ofrece una alternativa más sostenible en comparación con materiales como el concreto y el acero. Su capacidad para almacenar carbono durante su ciclo de vida lo convierte en un material ideal para proyectos que buscan ser más sostenibles. A corto plazo, se espera que más arquitectos y constructores comiencen a integrar madera en sus proyectos para cumplir con estándares de construcción ecológica y certificaciones como LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental).
En otro aspecto no menos importante, la tecnología en la industria de la madera ha avanzado considerablemente en años recientes: las innovaciones como la madera laminada (Glulam) y el CLT permiten la fabricación de paneles y vigas de madera más grandes y resistentes. Esta tecnología no solo mejora la seguridad y la durabilidad, sino que también facilita el diseño de edificios altos y complejos que antes eran impensables en madera. En el corto plazo, se espera que más empresas se dediquen a la producción y el desarrollo de estas tecnologías, lo que dará lugar a un aumento en la variedad de aplicaciones de la madera en la construcción.
A su vez la conciencia y la educación sobre el medio ambiente aumentan, y también lo hace la conciencia sobre la importancia de utilizar productos sostenibles en arquitectura.
Universidades y escuelas de arquitectura están empezando a incluir estudios sobre materiales sostenibles, en particular la madera, en sus currículums. Esto permitirá una nueva generación de arquitectos y diseñadores que comprenden el valor y el potencial de la madera en la edificación. Los seminarios, talleres y cursos sobre técnicas de construcción con madera se están volviendo más comunes, lo que ayudará a fomentar una cultura de respeto y apreciación por este material.
En un futuro a mediano plazo, se observará un aumento en la edificación en altura con madera. Es esperable este aumento en la construcción pues la combinación de tecnologías modernas en la fabricación de madera y la creciente aceptación de la madera como material estructural sólido está llevando a un cambio de paradigma en el sector de la construcción. Ciudades en América del Norte, particularmente en Canadá, y otras en Europa ya están promoviendo el uso de la madera en edificios altos.
Este crecimiento no solo se traducirá en más edificios de gran altura, sino que también planteará una reevaluación del uso del espacio urbano. La madera puede ayudar a disminuir la intensidad del uso del suelo y promover la construcción en áreas previamente subdesarrolladas. Además, se prevé que estos edificios de madera alta sean excepcionales desde el punto de vista estético, creando espacios únicos que combinan naturaleza y urbanismo.
En otro aspecto, el desarrollo de soluciones de construcciones prefabricadas es otra tendencia que se espera se expanda en el futuro a mediano plazo. Las técnicas de construcción prefabricadas utilizando madera ofrecen reducciones significativas en el tiempo de construcción y costos operativos. Las piezas se pueden fabricar en condiciones controladas y luego ensamblarse en el sitio, lo que garantiza una alta calidad y una reducción en el desperdicio de materiales.
A medida que la demanda de construcción rápida y eficiente aumenta, la prefabricación en madera puede convertirse en una solución popular para proyectos residenciales y comerciales. Además, esta metodología puede ser particularmente útil en situaciones de emergencia, donde se necesita construir refugios rápidamente.
También, el diseño bioclimático volverá a tomar especial relevancia ya que se refiere a la creación de espacios que aprovechan las condiciones ambientales para maximizar la eficiencia energética. En este futuro a mediano plazo, se anticipa que la madera jugará un papel fundamental en este enfoque. Las propiedades térmicas y acústicas de la madera la convierten en un material ideal para edificios que requieren un enfoque sostenible.
Los arquitectos podrán diseñar edificios que no solo sean hermosos, sino que también sean altamente eficientes en el uso de energía y recursos. Integrar la madera con soluciones naturales como techos verdes o sistemas de energía solar tendrá un impacto positivo en la reducción de la huella ecológica de las edificaciones.
Finalmente, a largo plazo se integrarán nuevas tecnologías a medida que el tiempo avance hacia el futuro, ya que la madera se integrará aún más con nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT). Estas tecnologías pueden ayudar a monitorizar y optimizar el rendimiento de los edificios de madera en tiempo real. Sistemas inteligentes podrían gestionar la eficiencia energética, la calidad del aire y las condiciones ambientales en los edificios, garantizando así un ambiente saludable y eficiente.
Además, la impresión 3D, aunque todavía en sus etapas iniciales en el sector de la construcción, está empezando a introducirse en la creación de elementos arquitectónicos de madera. A largo plazo, podríamos ver edificios completamente impresos en 3D utilizando un tipo de madera reciclada y tratada, lo que cambiaría completamente el panorama de la construcción y el diseño arquitectónico.
No podemos olvidar que la economía circular está ganando terreno como un enfoque viable para un desarrollo sostenible. En el futuro a largo plazo, se espera que la madera desempeñe un papel crucial en esta nueva forma de pensar sobre la producción y el consumo. Se fomentará la recuperación de madera de edificios demolidos, y se empleará en nuevas construcciones y renovaciones.
El reciclaje de la madera y su reutilización no solo ayudarán a reducir el desperdicio, sino que también proporcionarán un contexto histórico que se conectará con el pasado. A través de procesos en los que la madera recuperada se integre en la arquitectura contemporánea, se podrá contar una historia rica y diversa, al tiempo que se promueve una conciencia ambiental en la comunidad.
Deberemos entonces desarrollar una resiliencia climática y adaptación pues el cambio climático está teniendo un impacto significativo en cómo construimos y diseñamos. A largo plazo, los arquitectos y urbanistas tendrán que considerar esta resiliencia climática en sus proyectos. La madera, como material renovable y sostenible, tiene un papel esencial que desempeñar en la creación de edificios que se adapten a un clima cambiante.
Esto podría implicar la implementación de nuevos tratamientos de madera que los preserven aún de mejor manera de la humedad, plagas e incendios. Así mismo, las arquitecturas de madera también pueden ser diseñadas con características que ayuden a mitigar inundaciones y otras catástrofes naturales. Al integrar elementos de resiliencia, los edificios de madera no solo serán estéticamente agradables, sino también funcionales y seguros en condiciones climáticas adversas.
Conclusión
El futuro de la madera en la arquitectura es prometedor y multifacético: desde su papel en la sostenibilidad y la eficiencia energética hasta su capacidad para proporcionar soluciones innovadoras y requeridas por un mundo en constante cambio, la madera seguirá siendo un material fundamental. A medida que avanzamos hacia un futuro más consciente, donde la salud del planeta y de sus habitantes es primordial, la madera se convertirá en un símbolo de renovaciones esperanzadoras en la construcción y un legado perdurable de la unión entre la humanidad y la naturaleza.
La clave del éxito radicará en cómo los arquitectos, ingenieros, diseñadores y profesionales de la industria se comprometan a integrar la madera en sus proyectos de una manera que no solo resuelva los desafíos contemporáneos, sino que también considere el impacto que tendrán en las generaciones venideras. En última instancia, la madera no es solo un recurso: es un puente hacia un futuro más sostenible, hermoso y conectado con nuestra herencia cultural.