Educación

Por Diego Angulo Jiménez

Como bien sabemos, el planeta Tierra presenta una serie de cambios en su “comportamiento” en las recientes décadas; no es un secreto que esto coincide con el incremento de la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera.

En parte, estos gases son los que hacen que nuestra atmósfera sea habitable, porque capturan cierta cantidad de calor (energía) que nos llega del sol, y lo encapsula para que la temperatura del planeta sea agradable y apta para la vida. Sin embargo, demasiados gases atrapan calor excesivo, que es justamente con lo que estamos lidiando hoy en día y nos ha llevado al calentamiento global y sus numerosas consecuencias.

De los varios gases que crean este efecto invernadero, el más representativo y abundante es el CO₂, o Dióxido de carbono, el cual también es importante (en cantidades justas) para la vida misma en el planeta. Los animales respiramos oxígeno, y exhalamos CO₂, mientras que las plantas toman el CO₂ y lo convierten en oxígeno, creando un perfecto balance en el ecosistema.

El problema comienza cuando los humanos descubrimos el potencial combustible del petróleo, y empezamos a liberar cantidades de CO₂ que alteraron el equilibrio. A partir de ahí todo cambió. La Revolución Industrial cambió nuestros modos de producción, y sin percatarse de ello, dieron pie a uno de los problemas más grandes a los que se ha enfrentado la humanidad, y que, en tiempos recientes, hemos investigado para tratar de restablecer de nuevo el equilibrio de la Tierra.

Como bien sabemos, la industria de la construcción es una de las grandes responsables de esta crisis, y como tal, debemos de responsabilizarnos todos y cada uno de los que pertenecemos a este sector, ya sea porque ejercemos en él, o simplemente porque consumimos de él; da igual.

Si bien, de entrada, la idea de talar árboles y usar la madera como material de construcción puede sonar poco o nada sustentable, en realidad puede ser la mejor opción, si se analiza desde todos sus puntos y vislumbramos el bosque como un todo en lugar de centrarnos en el árbol. Es por esto que surge esta red de profesionistas, para ofrecer y explicar una alternativa ecológica, con beneficios sociales y que es viable económicamente, como guía desde el enfoque del “Triple Resultado”.

La humanidad necesita volver a sus orígenes, sin olvidar los avances científicos y tecnológicos obtenidos a lo largo de la historia. Hoy en día poseemos todos los recursos y conocimientos para volver al único material que es renovable y que es carbono negativo, y aprovechar los avances que nos han dado la ingeniería y la arquitectura para utilizar elementos constructivos de madera tan resistentes que pueden suplir al concreto y al acero, y a la vez tan inspiradores que pueden mejorar la calidad de vida de los usuarios de los edificios donde es usada.

Por esto y muchas otras razones, comencemos a construir de forma diferente y a pensar de forma diferente, volteemos a ver nuestros bosques nuevamente. Pensemos en madera nuevamente.