Por Carlos Yáñez

Existen temas que por sí mismos resultan atractivos para las masas, otros que, al ser más específicos o especializados, son llamativos para inversionistas, stakeholders o tomadores de decisiones; pero también hay algunos más en los que todos deben estar interesados y donde convergen líneas en las que intervienen varios actores de los antes mencionados, y además repercuten en las vidas y actividades de todos. Me refiero a la sustentabilidad.

Toda actividad productiva tiene grandes impactos en el entorno y en el medio ambiente. Por el momento de la humanidad en el que nos encontramos, muchas de esas actividades deben continuar para evitar crisis y proveer de soluciones que ayuden a enfrentar retos como la escasez de agua, el cambio climático o la falta de información sobre lo que actualmente se hace para promover métodos sustentables de producción; para fines de lo que se aborda en nuestra iniciativa, métodos sustentables de construcción.

Es aquí donde la comunicación toma un sitio de vital importancia. Cualquier avance, logro o innovación debe ser del conocimiento de la mayor cantidad de personas para que sea replicado, adoptado o incluso superado. El conocimiento y la información siempre serán importantes aliados de quienes se esfuerzan por generar un cambio positivo en el planeta.

La Arquitectura con Madera parte de principios como la ecología, la responsabilidad social, gobernanza y la ética; condiciones y características que, de quedarse en buenas intenciones o no salir a la luz, no tendrían el efecto esperado y no darían el impulso a nuevos proyectos e iniciativas que revolucionen la forma de realizar las actividades productivas, constructivas, las formas de hacer negocios o cómo protegemos e interactuamos con el medio ambiente.

Una muestra que da testimonio de lo mencionado es el estudio The Rise of Sustainable Media realizado por Dentsu y Microsoft Advertisement. El documento revela que 91% de las personas encuestadas quieren que las marcas tengan en cuenta el medio ambiente y la protección del planeta a la hora de tomar decisiones.

Dar visibilidad a las buenas acciones, los voluntariados, los programas, los estudios, los métodos constructivos y las formas en las que todos podemos contribuir con un mundo mejor, genera una sana competencia y difunde el rumbo que debe tomar la humanidad del siglo XXI, además de ampliar la visión de los consumidores para que impulsen las iniciativas de quienes estamos tomando cartas en el asunto.

En la actualidad, el público está mejor informado, toma decisiones de compra basadas en saber de dónde vienen los productos que adquiere, cómo se produjeron, qué repercusión tiene su fabricación y cuál es su papel en toda la cadena de venta. Toda esa información debe ser puesta en los canales adecuados para que esté al alcance de todos aquellos que puedan hacer algo con ella; ya sea para dirigir una compañía hacia un camino nuevo, legislar sobre mejores formas de producir o adquirir bienes y servicios que se preocupen y ocupen de ahorrar recursos, reduzcan su impacto negativo y ofrezcan soluciones tangibles que beneficien a todos.